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hilando recuerdos

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¿Creer o reventar?

Las supersticiones y creencias populares más difundidas

Décima segunda parte

Las Orejas

Esta parte de la anatomía humana, al igual que otras, tiene sus connotaciones supersticiosas, de diferente significado, tanto positivas como negativas. Plinio comenta en su Historia Natural, XXVIII, V: «Es conocido por todo el mundo que las personas ausentes saben cuándo otros están hablando de ellas debido al zumbido que sienten en los oídos...-. Se cree que cuando pica la oreja derecha es porque están diciendo cosas agradables de la persona en cuestión, pero si el picor se siente en la oreja izquierda significa que dicen cosas desagradables.

También se supone que tener la oreja izquierda encarnada o muy caliente es señal de que están hablando mal de esa persona. Para evitarlo hay que doblar la camisa tres veces sobre el pecho: de esta forma se le dobla la lengua a quien está hablando mal. Otro método consiste en hacer varias cruces con saliva en el borde de la oreja. Parece ser que cuando zumban los oídos (que no las orejas, como se confunde frecuentemente) significa que están hablando de uno. Entonces hay que cruzar la oreja con el dedo y decir: « Si decís cosas agradables, adelante. Pero si son desagradables, mordete la lengua».

Tener las orejas grandes implica abundancia. Si las orejas son despegadas y un poco vueltas hacia delante simboliza que la persona es generosa.

El refranero de las orejas dice que «si las orejas sacude la burra, agua segura». Se supone que la oreja de ratón es un buen amuleto para pedir la realización de los deseos.

Soñar con orejas grandes representa la fortuna de un allegado; si se sueña con orejas cortas es símbolo de engaño.

Existía la creencia de que cuando dolía el oído se llenaba un dedal de leche de una mujer que estuviese amamantando y se echaba en el pabellón auditivo, porque se decía que el gusanito que vivía en el interior del oído se había despertado muerto de hambre.

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