Tradiciones argentinas que asimilaron los alemanes del Volga
El mate
En Argentina tomar mate es una costumbre que proviene de los gauchos. El mate se puede tomar en cualquier momento del día, solo o en compañía, ya sea de otras personas o de algo para comer. Puede ser como desayuno o merienda, media mañana o media tarde, o simplemente en un momento de meditación. El mate no es solo beber un líquido a través de una bombilla, es algo más que eso, es una sensación, un sentimiento, una tradición, una compañía. Así lo entendieron los alemanes del Volga que saborearon el primer mate asimilándolo a sus costumbres.
¿Qué es el mate?
Mate es una palabra que proviene del quichua "mati", calabacita y tiene varios significados: es el fruto de una planta, algo así como una calabacita que, adecuadamente acondicionada, sirve de recipiente para preparar el mate. En segundo lugar está la planta de yerba mate que es la que provee la materia prima para la preparación del mate. Lo que se utiliza son las hojas convenientemente secadas, trituradas y estacionadas. Yerbas las hay de varios tipos. A saber: con palo, sin palo, con distintos grados de estacionamiento y selección, tamaño de triturado, molienda equilibrada… En Argentina esta planta se cultiva en zonas de clima tropical, principalmente en las provincias de Corrientes y Misiones. Finalmente llegamos al centro de la cuestión: ¿Qué es el mate? El mate es una infusión parecida al té o café. La temperatura del agua es un asunto que requiera de especial cuidado. Debe estar entre 85 y 95 ºC, según el gusto de cada uno, pero es fundamental que no haya hervido porque se quema la yerba y se corta el mate. En la práctica lo que hay que hacer es sacar la pava del fuego justo antes de que empiece a hervir. Es recomendable que se ponga en un termo para que no se enfríe. Una vez reunidos todos los elementos lo que hay que hacer es lo siguiente: llenar las 3/4 partes del mate con yerba, taparlo con la mano y ponerlo hacia abajo y darle unas sacudidas, suaves, no hace falta revolearlo. Luego abrir una pequeña abertura para meter la bombilla, colocándola bien al fondo del mate, pero suavemente, de manera que la yerba forme una plano inclinado con la parte más alta en el lado opuesto al de la bombilla.
Ahora ha llegado el momento crucial, cebar el mate (poner el agua). Hay que ponerla con un chorro suave, ni muy finito ni muy fuerte, apuntando al lugar donde entra la bombilla en la yerba y desde una altura de unos 10 a 15 cm. La altura es muy importante porque el agua tiene que penetrar en la parte de abajo y levantar la yerba. Una vez que se tiene el mate con agua hay que dejarlo reposar un minuto o un minuto y medio para que se humecte la yerba. Esto es solo para el primero, después ya no hace falta.
¿Cómo hacer un buen mate?
En primer lugar queremos destacar que las formas de cebadura que a continuación detallaremos, lo son sobre la base del mate tradicional, pues si bien existen y se utilizan actualmente infinidad de recipientes de madera, loza, porcelana y aun plásticos, los auténticos tomadores consideran como único elemento genuino y ortodoxo, el viejo y humilde mate calabaza, que integra el gusto puro de la infusión, así como los viejos bebedores ingleses de té optan por la tetera de barro cocido como recipiente ideal para el aromático sabor de un té históricamente preparado.
Tal vez las tradiciones no sean más que memorias emotivas de los pueblos, pero para nosotros, fervorosos tradicionalistas, siempre es preferible defender lo que era, como era, porque entendemos que cada cosa y cada costumbre nace en un determinado momento, de ciertas manera y por razones no caprichosas ni circunstanciales.
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