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hilando recuerdos

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Anécdotas que nos contó el abuelo Miguel

Humoradas del nono sabio de las colonias

Anécdota I

¿Plan del gobierno para que se suiciden los jubilados?

-¡Esto es el colmo! –grita el abuelo levantando la mirada del diario que está leyendo-. Acá dice que la Presidenta va a anunciar un plan de suicidios para jubilados.

-Subsidios, abuelo –lo corrige su hijo-. Subsidios no suicidios.

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Anécdota II

El alemán que tiene locas a las mujeres

-María, ¿cómo es que se llama el alemán ese que nos tiene como locas? –pregunta una mujer criolla avanzada en edad a su hermana que vive en una chacra cerca de las colonias.

María responde decepcionada:

-Alzheimer, mujer, ¡Alzheimer!

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Anécdota III

¡Bananas y batatas así de grandes!

Tres viejitas medio sordas están conversando. Una de ellas dice gesticulando con las manos:

-Cuando era joven, bananas de este tamaño costaban tres centavos la docena. ¡Qué barato era todo!

La otra dice, también señalando el tamaño con las manos:

-Y la batata, así de grande, costaba dos centavos el kilo.

La tercera viejita, que hasta ese momento no había dicho nada, agrega con una sonrisa dulce:

-Amigas, cuando el amor es auténtico, no importa el tamaño.

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Anécdota IV

Dünne Kcuhe para tu funeral

El anciano estaba postrado, casi moribundo cuando sintió el aroma de las tortas alemanas horneadas que tanto le gustaban. Haciendo un gran esfuerzo se bajó de la cama y se dirigió a la cocina. Fue lento y trabajoso, a veces casi arrastrándose, hasta que logró llegar a la fuente de los ricos aromas. Sobre la mesa había varias bandejas de Dünne Kuche recién horneados. Se arrastró lo más cerca que pudo de la mesa y utilizando las últimas fuerzas que le quedaban estiró la mano, un poco más y casi tocaba los Dünne Kuche y de pronto sintió un agudo dolor en la mano y la dejó caer.

Alzó la mirada y descubrió a su anciana esposa con la espátula en la mano amenazando con golpearlo nuevamente:

-¡No te atrevas a tocar otra vez esos Dünne Kuche, los preparé para tu funeral!

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