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hilando recuerdos

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Cuentos inteligentes que legó el abuelo

La carreta vacía

La “Carreta vacía” es un texto que encontramos en una caja que el abuelo tenía guardada en un lugar secreto de su casa. Allí descubrimos, además de este bello relato, cartas de amor, recortes de diarios de memorables partidos de fútbol, revistas como las de editorial Columba, con sus clásicas El Tony, Intervalo, D’Artagnan… con sus personajes Nippur de Lagash, Mark, Hombres de Blanco, etc. etc. etc... y las infaltables Patoruzú, con la clásica Chacha, Isidoro, Upa y Patora haciendo de las suyas para conseguir un novio... Y por supuesto, algo que no podía faltar en tan insólita colección, una infinidad increíble de fotografías familiares. Pero he aquí lo prometido: un cuento para pensar y reflexionar:

Caminaba con mi padre, cuando se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, me preguntó:

-¿Oyes algo más, que el cantar de los pájaros?

Agudicé mis oídos y algunos segundos después, le respondí:

-Sí, es el ruido de una carreta.

-Eso es, -me dijo. Es una carreta vacía.

Pregunté a mi abuelo:

-¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la hemos visto?

Entonces, otra vez más, me mostró su sabiduría:

-Es muy fácil darse cuenta: Cuánto mas vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y tratando con superioridad a los demás o a aquellos, que no pueden estar, sin el estímulo de parlantes, que impiden todo tipo de diálogo, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

-Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace. Y a la vez: Cuánto se regocija el corazón, cuando vemos pasar una carreta repleta de carga preciosa. Silenciosa... Plena.

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