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hilando recuerdos

 

Tradiciones argentinas que asimilaron los alemanes del Volga

¿Cómo curar el mate?

 

El curado del mate es muy importante porque elimina los pigmentos que tienen algunas maderas y que dan mal sabor al mate y sella los poros para evitar que se generen malos olores y/o sabores. Lo primero es darle una buena lavada. Después hay que llenarlo con agua caliente, dejarlo reposar 1 o 2 minutos y luego tirar el agua. Repetir esta última operación hasta que el agua que sale esté limpia, sin ningún tipo de color.

Ya en posesión de la calabaza, ésta debe ser "curada", operación que la habilita para su futura utilización como recipiente de nuestra cebadura. Para quienes "no iniciados" ignoren la forma de "curar" un mate, daremos a continuación algunas de las versiones más acreditadas de tal operación, que como toda la hermenéutica matística, debe ser rigurosamente respetada para alcanzar el "mate" típico argentino verdadero.

 

Curación para mate dulce

 

Se humedece el interior del mate (calabaza, madera o coco), luego se le echan dos cucharaditas de azúcar molida, se agita lo necesario para que el azúcar quede adherida a las paredes del mate y se deja secar sin mover. Una vez seco, se introducen dos brasitas, se cubre la boca del mate con la palma de la mano y se agita uno o dos minutos, hasta que se note que las brasas se apagan; vaciar el mate y repetir la operación. Luego, enjuagar con agua caliente (sin hervir). Llenarlo con yerba nueva humedecida y dejarlo así durante una noche. Al día siguiente su mate ya estará curado.

 

Curación para mate dulce (2)



Este procedimiento – muy simple – en general era el preferido por los arrieros de ganado, es decir, por los gauchos "casi nómades" de nuestra llanura y que, por supuesto, preferían el mate dulce.

Debe hacerse lo siguiente: una vez lavado sólo con agua el interior de la calabacita -agua que debe estar muy caliente –, se lo deja escurrir y se humedece el interior con caña. Luego se llenan las cuatro quintas partes de la capacidad del mate con yerba fuerte, sin mucho palo.

Se completa la capacidad del mismo nuevamente con caña y se lo deja a la intemperie una noche.

 

Curación para mate amargo

 

Se carga el mate (sin azúcar); se humedece la yerba con agua fría y cuando ésta haya aumentado su volumen, ir haciendo un cebada progresivamente caliente. Después de dos o tres mates que no se beben, sino que se expulsan como si se tratara de un buche, se "da vuelta la pisada". Esto consiste en sacar la bombilla y colocarla por lo general en sentido opuesto a donde estaba y donde se presume que la yerba aún está "nueva". Esta operación debe repetirse tres veces; de esta manera quedará listo el mate para su uso diario.

 

Curación para mate amargo (2)

 

El procedimiento es el siguiente: se lava muy bien el interior de la calabaza nueva con agua caliente, quitándole las cutículas adheridas a las paredes. Una vez escurrido se llena con una cebadura ya usada, luego se le agrega un poco de agua tibia para que la yerba no se seque muy rápidamente.

Al día siguiente se vacía y vuelve a repetirse la operación, aunque esta vez sin lavar la calabaza. A partir del día siguiente, el mate ya está absolutamente curado y puede comenzar a utilizarse.

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